Dios o un mismo Dios. ensayo

Dios o un mismo Dios

En épocas remotas o al inicio de la humanidad ascendiente de la que conocemos hoy día. Dios venia se presentaba y hasta hablaba con los hombres y en una de esas tantas, conversó con un hombre llamado Abram y a quien luego llamó Abraham.

En el libro de Génesis 12 “…Haré de ti una gran nación, te bendeciré, engrandeceré tu nombre y serás bendición. A los que te bendicen, bendeciré y a los que te maldicen, maldeciré, y serán benditas en ti todas las familias de la tierra…” se evidencia parte de la conversación que mantenía Dios con Abraham y de esta la sumisión que ante Dios Abraham mantendrá durante todo su existencia.

Abraham tiene un primer hijo, y en el Génesis 21 Dios le promete una gran nación o hijos legítimos. Es donde ocurre que Abraham engendra en dos mujeres distintas (Agar y Sara) dos hijos el mayor llamado Ismael  hijo de Agar y al menor Isaac hijo de Sara, hasta este momento es un mismo Dios, una misma creencia, un mismo fin. Y ocurre lo fatídico, Agar era la sirvienta y como Sara era ya una mujer de edad avanzada, no podía engendrar hijo alguno, entrega a su sirvienta a Abraham para que le engendre hijos a su esposo, pero designios de Dios ya con vida Ismael queda embarazada Sara y nace Isaac.

Por celos de Sara, ante la manera demostrar su amor del padre para con su hijo mayor, Agar e Ismael son expulsada por Abraham al desierto por petición de su esposa. Desterrados, Dios oye las suplicas que la madre le hace en favor de su hijo, hijo de Abraham, ya casi muerto en el desierto y hace “brotar agua de la piedra” (Isaías 48:21)  para que beban.

De allí es donde ocurre la primera gran separación de religiones (Musulmán y Judía).

Los musulmanes creen que ellos son el pueblo elegido por ser descendientes de Ismael, el primogénito de Abraham. Ismael, después de abandonar la casa, funda las naciones árabes, cuando se casa con la hija de un príncipe del linaje de Catan. De esa relación nacen doce hijos, príncipes de sus respectivas tribus. Muhammad, uno de los descendientes de Ismael, fue el elegido por Dios (Al-láh o Alá) para que el Arcángel Gabriel le enseñara las palabras exactas de Alá y de allí nace el Corán,

Los judíos creen que ellos son el pueblo elegido por ser descendientes de Isaac, el primer hijo legítimo de Abraham, y esperan la llegada del Mesías que debe ser hijo del rey David por el lado paterno. Isaac se casa con Rebeca y tuvo gemelos: Esa y Jacob, a este último un ángel le cambia el nombre por el de Israel y tiene doce hijos que dieron origen a las doce tribus de Israel.

De allí en adelante viene la historia de una inmensa familia, Abraham padre de Isaac abuelo de Jacob “Israel” bisabuelo de Levi y Judá, tatarabuelo de Moisés, Aarón y David. David hijo de Isaí y padre de Salomón. Hasta llegar a José padre adoptivo de Jesús.

De José, lo que se sabe es gracias a los evangelistas, especialmente de san Mateo y se puede deducir mucho más de lo que se puede imaginar, que dicen algunos Evangelios.

José fue hijo de Jacob: “Y Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo" (Mt 1:16) y descendía de la casa real de David: he aquí que se le apareció en sueños un ángel del Señor y le dijo: “José, hijo de David” (Mt 1:20) y tenía el oficio de carpintero: “¿No es éste el hijo del carpintero?” (Mt 13:55). Él estaba ofrecido con María: “La concepción de Jesucristo fue así: Estando desposada María, su madre, con José, antes de que conviviesen” (Mt 1:18), el niño Jesús no fue su hijo carnal. “se halló haber concebido María del Espíritu Santo” (Mt 1:18) Mientras José reflexionaba sobre esto, he aquí que se le apareció en sueños un ángel del Señor y le dijo: “José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa, pues lo concebido en ella es obra del Espíritu Santo” (Mt 1:20).

De todo esto ocurre una segunda gran división, esta vez la Religión Judía (Judía y Cristiana). Jesús era judío pero nació de una virgen, por lo que no tuvo padre y, por ende, no pudo haber tenido la posibilidad de cumplir la profecía mesiánica de ser descendiente del rey David por el lado paterno, de allí que los judíos no lo aceptan.

De esta manera los creyentes en Jesús no son aceptados por los judíos y sus seguidores forman el Cristianismo y entre algunas Profecías se pueden destacar; “El mesías nacería en Belén” (Miqueas 5:2.) “El mesías nacería de una joven” (Isaías 7:14.) “El Mesías seria luz para los Gentiles” (Isaías 49:6,7) “El Mesías moriría” (Salmos 22:14, 16,17)

El Cristianismo se refiere a Jesús de Nazaret y no empezó con él ya que fue un judío. Nació como judío, vivió como judío y murió como judío en la cruz con la inscripción ¨Jesús de Nazaret Rey de Judíos (INRI) ¨ siendo la causa de su ejecución.

Si se define a Jesús, ese hombre a quien para muchos dejó un 11vo Mandamiento “Un mandamiento nuevo les doy: ‘que se amen los unos a los otros;’ que como Yo los he amado, así también se amen los unos a los otros” (Juan 13:34). Si amas a tu prójimo; lo invitas a tu fiesta y será santificada, no lo robas, no lo matas, no lo envidias  ni a su mujer ni a sus bienes, no usas el nombre de Dios en vano ni tendrás a nadie por encima de Él. Con tan solo cumplir lo dicho por este hombre Jesús, “Ecce Homo” (palabras pronunciadas por el gobernador romano de Judea para esa época Poncio Pilato, “puesto que él se lavaba las manos, o sea, eludía su responsabilidad” (Mateo 27:24-1) antes de la muerte de Jesús).

.Una tercera separación religiosa ocurre en el Cristianismo (de cual se puede decir que Jesús, fue su fundador  pero que durante toda su vida existió  bajo la Judía) el Catolicismo y el Protestantismo. Católicos hablan sobre la autoridad del Papa, donde el Papa es el “Vicario de Cristo” (sustituto), y toma el lugar de Jesucristo, como la cabeza visible de la Iglesia. Y sus enseñanzas son consideradas infalibles y obligatorias sobre todos los cristianos, apoyada en la continuación apostólica como una manera de tratar de establecer la potestad del Papa.

En cambio, los protestantes creen que ningún ser humano es infalible, y que solo Cristo es la cabeza de la iglesia, así que, la autoridad de la iglesia no viene de la sucesión apostólica, sino que se nace de la Palabra de Dios.

En el siglo XIII, San Francisco de Asís, planteaba de si la Iglesia debería acumular riquezas o debería repartirlas entre los pobres. En el XIV John Wycliffe, en Inglaterra, defendió varias opiniones que atentaban contra la autoridad de la Iglesia, criticando las riquezas del papado y las indulgencias que los ricos podían comprar incluso por anticipado el perdón para determinados pecados.

Martin Lutero, en 1517, publicó sus 95 tesis contra las indulgencias papales, sus ideas, se extendieron por toda Europa. Excomulgado por el Papa, condenado por el emperador, perseguido hasta por sacerdotes. Se mantuvo oculto por un tiempo traduciendo la Biblia al alemán, ya en 1529 los luteranos elevaron su más enérgica protesta, lo que les hizo ganar el apodo de "protestantes o cristianos" cuestionando que la Iglesia se había separado de las enseñanzas bíblicas de Jesús, en quien se fundamenta el cristianismo, desafiando la autoridad del Papa.

Hoy día, se conocen Papas (Católica Apostólica Romana), Patriarcas "primus inter pares" (Católica Ortodoxa), Rabinos (Judíos), Califa, Emir o Imán (Musulmana), Sacerdote o el sacerdocio pero la autoridad y el poder eterno es de Dios (La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días o mormona), Anciano o Superintendente (Testigos de Jehová) Pastores (Iglesia Evangélica)  un gran número de nombres dados a su autoridad terrenal según sea su religión,  todos bajo la Tutela o Fe de un mismo y único Dios (monoteísmo). Y la antigua o vieja religión hebrea, promulgada por Moisés en el nombre de Jehová (Yahvé), es una impresionante forma de Monoteísmo. Que fue revelación de la enseñanza inconfundible de la Sagrada Escritura, en particular del Éxodo y los libros siguientes

En otra idea, pero más de lo mismo, Filósofos como  Friedrich Wilhelm Nietzsche (1844-1900) dice que la sociedad se encuentra sumida en un profundo nihilismo, donde el hombre ha de asumir la gran e inevitable consecuencia de la muerte en la sociedad de Dios, del Dios judeo-cristiano. La consecuencia de la muerte de Dios es que los valores vigentes en la sociedad occidental se vienen abajo ellos solos, según el nihilismo "Nihilista es la persona que no se inclina ante ninguna autoridad, que no acepta ningún principio como artículo de fe" (Iván Turguénev en su novela “Padres e hijos”).

Contrario al nihilismo encontramos El humanismo movimiento intelectual, filosófico y cultural ligado a la contrarreforma católica necesaria cuando se fue transformando y diversificando de los cambios espirituales originados por las reformas protestantes (luterana, calvinista, anglicana…).

Si somos hijos de un mismo Dios en la forma que lo llamemos Alá, Dios, ABBA, ADONAI, El, Eloah, Elohim, JEHOVÁ / YHWH / YAHWEH, Santísima Trinidad, Baal. Malaquías 2:10 ¿No tenemos todos un mismo padre? ¿No nos ha criado un mismo Dios? ¿Por qué menospreciaremos cada uno a su hermano, quebrantando el pacto de nuestros padres? Por qué tanta desigualdad, si todos somos iguales ante los ojos de Él.

Por qué decires como “Dios tan sabio y perfecto, que en matemática distribuiste tan inequitativamente las riquezas de este mundo” y causarse el hombre tanto daño entre sí desde este punto de vista tan equívoco si todos al irnos, transfigurar, ir a otro mundo un mundo espiritual, pasar a otro plano, fallecer, expirar, agonizar, sucumbir, perecer, pasar a mejor vida o tan simplemente “morir” no llevaremos nada y estaremos completamente desnudos ante su presencia, de donde solo el haber tenido un comportamiento recto y de esta manera poder estar en el reino de los cielos junto a Él.

O “Has bien y no mires a quien” no mires el mundo como tuyo, trata de ver lo que te espera en el mas allá, solo recuerda que estamos de paso para observar lo más grande que Dios hace por nosotros Ser, nacer, crecer, multiplicarnos (hijos, lo más bello del mundo) envejecer y por ultimo morir en ese mismo orden. Vive en Dios, con Dios y para Dios bajo su designio, y opten la vida eterna, aquella eternidad que Jesús enseñó.

Por:    Jaime Antonio Contreras